Y una vez más, aquí estoy. Frente a una pantalla, con el sabor salado de mis lágrimas rozando mis labios. Con un plato de comida apenas empezado a mi izquierda.
No pretendo satisfacer a nadie con estas entradas, tan solo expresarme.
Estoy harta, no, harta no. Esa no es la palabra. Ahogada, sí, eso.
Tantos problemas, pocas soluciones, ¿a quién le preguntas? No confías en nadie.
¿Cuándo fue la última vez que te dijeron ''te quiero''?
Te engañas a ti misma pensando que eres fuerte. ¿Por qué?
Ser normal, una adolescente normal, con problemas normales. ''Este pantalón no me sirve.'' ''Creo que le gusto''. No, no son mis problemas. Sé que he llegado a mi límite cuando ni si quiera puedo expresarme escribiendo, que es lo que justamente me está pasando ahora.
Alguien dijo una vez que el karma existe. ¿Sí? Yo no lo veo, lo único que sí que veo es que la tiene cogida conmigo.
Amigos, ¿dónde están? Familia, ¿no deberían apoyarme?
No sabes lo que se siente ser yo.
Sola, destrozada, ahogada.
Sólo yo.
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