Todos y cada uno de nosotros tenemos miedos, inseguridades, temores..
Que nos frenan, nos hacen vulnerables a todo. Nos dejan al descubierto. El corazón late, y los nervios florecen. No sabes qué hacer. Ni qué contestar. Por el simple hecho de que por tu boca salga alguna estupidez y por ese temor a escuchar risas de fondo. Prefieres pasar desapercibida. Sí, conoces la respuesta. ¿Pero arriesgarte a que no lo sea? No. A veces, creo, que hay que dejar los temores a un lado. Pero soy de esas personas que para ayudar a los demás lo dan todo y más. Pero luego, con sigo mismas, no saben ni qué hacer.
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