Si piensas que en esta vida algo, lo más mínimo, se consigue fácil, estás muy equivocado.
¿Luchar? No, no sólo debes luchar. Si no eres fuerte, ¿de qué sirve luchar?
Qué te voy a contar yo sobre ser fuerte o no. Que todas me las llevo en la frente.
¿Pero sabes? Sigo aquí. Y hoy doy gracias a todas esas cosas, ¿porqué? Llamadme rara, pero sí, doy gracias por haberlo pasado mal, fatal. Ahora soy más fuerte, sé de qué pata cojeo, sé lo que me afecta y lo que no. Y lo más importante, sé cómo seguir a pesar de todo. Si has seguido leyendo hasta aquí es que tú también has sufrido, pero sigues aquí. ¿No? Eso es algo ya muy grande. Sé que nunca te amarás como te aman los demás. Siempre nos vemos con distintos ojos. Pero no importa, porque todas esas pequeñas cosas son las que mañana te harán imparable.
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