No sé si vosotros lo sentís, esa sensación tan especial de cuando te pones los cascos con la música alta. Apenas escuchas tus propios pensamientos, pero da igual, ahora estás genial. Es como si al darle al play, todo desapareciera, como si tan solo estuvieras tú, tu cama y tu música. Escalofríos recorren tu cuerpo, sí, la canción acaba de empezar a sonar. Miles de sentimientos a flor de piel, sientes que con tal de tocarte el brazo alguien sería capaz de saber exactamente cómo te sientes. Esa, esa sensación es de las que os hablo. Notas que susurran a tus oídos.
Llega tu parte favorito, ahora tan solo queda cerrar los ojos y dejarse llevar, soñar. Con que alguien algún día te la cante bajito y al oído. Como si la canción hablara de ti, es increíble todo lo que me puede llegar a hacer sentir una canción. Llorar, reír, nervios, frío, calor, alegría.. Y todo eso con tan solo un par de notas y una base, tan sencillo como eso. La música, en ella, es en la única que puedes confiar. Que sea tu mejor amiga.
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